The assembly of the faithful, the people in the pews, is above all other musical organizations, the principal choir of the parish and is the primary means that all parishioners can participate in music of the Liturgy.
Our Roman Catholic Church is steeped in a rich and noble sacred music tradition of nearly two thousand years. From the very beginning of the Church, the faithful sang the praises of God in their worship. Even on the last night of Jesus’ earthly life, he and his disciples went to the Mount of Olives, singing hymns of praise. (Matthew 26:30)
When we celebrate the Mass, we are called to join our voices with the heavenly choirs of angels singing, “Holy, Holy, Holy.” We become part of the universal and Divine Liturgy of praise and thanksgiving. Our “music making” is directed to God and is always an offering of our best gifts and talents.
La Asamblea de los fieles, la gente en los bancos, es sobre todo otras organizaciones musicales, el coro principal de la parroquia y es el principal medio que pueden participar todos los feligreses en la música de la liturgia.
Nuestra iglesia está lleno de una tradición rica y noble de música sacra de casi dos mil años. Desde el comienzo de la iglesia, los fieles cantaban alabanzas a Dios en su culto. Incluso en la última noche de la vida terrenal de Jesús, él y sus discípulos fueron al Monte de los olivos, himnos de canto de alabanza. (Matthew 26:30)
Cuando celebramos la masa, estamos llamados a unirse a nuestras voces con los coros celestiales de ángeles cantando, "Santo, Santo, Santo". Somos parte de lo universal y Divina Liturgia de alabanza y acción de gracias. Nuestro "hacer música" se dirige a Dios y siempre es una oferta de nuestras mejores regalos y talentos.